miércoles, 27 de agosto de 2008

Regresando de Mar del Plata

Regresando de Mar del Plata
Pareciera que la vida es una larga escalera, o una llanura inmensa que hay que subir o recorrer.
Estos caminos o subidas están sembrados de mojones, que no se hasta donde están ya marcados. Prefiero creer que las marcas se van poniendo a medida que las cosas se van sucediendo.
Será que mi personalidad un poco desorganizada prefiere lo espontáneo o repentista a la planificación rigurosa.
Tal vez haya personas que puedan establecer claramente esos mojones, fijarlos y llegar hasta ellos. Yo prefiero caminar (o subir) y descubrir un nuevo sendero a medida que abandono el conocido.
Este último año tuvo mucho de eso. Cuando volvimos de la Triple, parecía que un objetivo se había cristalizado. El coro se había mostrado, se había afianzado su trabajo, se preparó nuevo repertorio, su escucharon aplausos halagadores y se volvió con el corazón lleno. Y sobre todo; se ganó en confianza.
Pero indirectamente sabía que algo más debía llegar. Y este nuevo mojón se trazó cuando, a riesgo de cometer un error, nos decidimos a cantar mezclados.
Todo un reto! Presentarse en un festival que fue el de mejor nivel hasta ahora y encima mezclados?
Pero la taba cayó del lado bueno. Que cambio sentimos todos cantando, no? Parecía que éramos otros.
Claro que eso no es azar. El trabajo intenso provocó ese resultado. Es como que cada uno de nosotros fue, en estos tiempos, sedimentando enseñanzas, experiencias que explotaron el sábado.
Ya regresamos y la pregunta es ¿Y ahora qué?
¿Quieren saber la verdad? No lo se. Solo se que muchos caminos se han abierto a partir de ahora y que las cosas buenas también pueden ser muchas si seguimos caminando (o subiendo) . Tal vez los logros no sean tan visibles como estos que pasaron pero estoy seguro que los pequeños cambios, a la larga, significan un gran cambio.
No consideremos que llegamos a nada. Tengo siempre para mí esa máxima que dice "Cuando más me acerco al horizonte éste más se aleja de mí". Y creo que es verdad.
A seguir caminando sin pausa y sin prisa, con alegría, confianza y capitalizando cada momento hermoso y olvidando lo no tan bueno.
Saludos muchos para todos.
MV